El proyecto RaiLNG busca consolidar un sistema de tracción ferroviaria impulsado por gas natural licuado (GNL) en la Unión Europea, con León como centro de pruebas gracias al apoyo de la red TEN-T. La línea León-Bilbao será el escenario de ensayos reales en 15.000 kilómetros para recopilar datos técnicos, referencias ambientales, aspectos logísticos y factores de eficiencia económica.
Esta línea, que une las capitales leonesa y vizcaína a lo largo de 335 kilómetros, es el trazado de ancho métrico más largo de Europa occidental. Su orografía complicada y rampas diferenciadas permitirán poner a prueba el prototipo de tracción a GNL, compuesto por dos locomotoras 316 de ancho métrico de Feve: una monocabina transformada a GNL y una locomotora bicabina diésel.
Viabilidad técnica, económica y ambiental
El objetivo del proyecto europeo RaiLNG es estudiar la viabilidad técnica, económica y ambiental del gas natural licuado como fuente de energía en el transporte ferroviario. Renfe lidera y coordina esta iniciativa, que forma parte de su plan de descarbonización y está supervisada por el organismo Cinea. La propuesta busca mostrar el GNL como una posible alternativa al diésel en la tracción ferroviaria.
Actualmente, el 80% del suministro energético en el sector ferroviario proviene de la electricidad, mientras que el 20% restante se basa en el diésel, especialmente en el transporte de mercancías. RaiLNG pretende establecer el gas natural licuado como fuente de energía para la tracción ferroviaria, con una reducción de costes de hasta un 40% en comparación con las soluciones convencionales de diésel o electricidad. Además, el proyecto apunta a una eficiencia medioambiental superior, con una reducción de externalidades de más del 20% al sustituir el gasóleo en un 95% de los casos.