En un mundo donde la seguridad alimentaria y la salud son cada vez más importantes, los hidrocarburos saturados de aceite mineral (MOSH) y los hidrocarburos aromáticos de aceite mineral (MOAH) han cobrado relevancia. Estos compuestos, derivados del petróleo, se encuentran en alimentos y envases, y han generado preocupación por su capacidad de acumularse en el sistema linfático y su potencial toxicidad.
La creciente preocupación por la contaminación con Mosh Moah en la cadena alimentaria subraya la necesidad urgente de abordar esta problemática para proteger la salud pública. Este artículo examina qué son estos compuestos, sus fuentes potenciales, y cómo contaminan tanto los alimentos como los envases. Además, se analizará su impacto en la salud humana y las medidas regulatorias propuestas por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
Definición de MOSH y MOAH
Los hidrocarburos de aceites minerales (MOH) incluyen una amplia gama de compuestos químicos derivados de la destilación y refinado del petróleo. Dentro de esta categoría, se distinguen dos tipos principales: los Hidrocarburos Saturados de Aceites Minerales (MOSH) y los Hidrocarburos Aromáticos de Aceites Minerales (MOAH). Estos compuestos están presentes en alimentos y envases, lo que genera preocupación por sus posibles efectos en la salud.
Qué son MOSH (Hidrocarburos Saturados de Aceites Minerales)
Los MOSH son hidrocarburos alifáticos, que pueden ser lineales, ramificados o cíclicos, pero que no contienen anillos aromáticos. Estos compuestos tienden a acumularse en el hígado y el sistema linfático humano. Aunque en estudios con animales, como ratas, se han observado efectos adversos en el hígado, la investigación sugiere que estos efectos no se traducen directamente en los humanos, lo que reduce el riesgo percibido para la salud pública.
Qué son MOAH (Hidrocarburos Aromáticos de Aceites Minerales)
En cambio, los MOAH tienen estructuras con anillos aromáticos, lo que los hace potencialmente más peligrosos para la salud humana. Estos compuestos están relacionados con los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), conocidos por su capacidad para dañar el ADN y su potencial cancerígeno. Un ejemplo claro es el benzo(a)pireno, un HAP famoso por su toxicidad, que hace difícil establecer un nivel seguro de exposición a estos compuestos.
Origen y formas de contaminación
Los MOSH y MOAH pueden ingresar a la cadena alimentaria a través de diversas fuentes, cada una con un riesgo potencial para la salud. A continuación, se detallan las principales fuentes de contaminación en alimentos y envases.
Fuentes de MOSH y MOAH en los alimentos
Envases y materiales de embalaje: Los alimentos pueden contaminarse al estar en contacto con envases de papel o cartón reciclado, especialmente si contienen tintas con MOSH y MOAH. Además, los plásticos y otros materiales utilizados en envases pueden liberar estos compuestos durante su fabricación o uso.
Contaminantes ambientales e industriales: MOSH y MOAH pueden llegar a los alimentos durante la producción agrícola e industrial. Esto incluye el uso de aceites y combustibles en maquinaria agrícola, así como lubricantes y otros productos derivados del petróleo utilizados en la maquinaria de procesamiento de alimentos.
Aditivos alimentarios: Algunos desmoldeantes o coadyuvantes tecnológicos, como los aceites desmoldeantes, ceras para frutas, antiespumantes y aditivos anti-polvo, pueden contener MOSH y MOAH, introduciéndolos directamente en los alimentos durante su elaboración.
Cómo se introducen MOSH y MOAH en la cadena alimentaria
Migración desde materiales en contacto con alimentos: MOSH y MOAH pueden migrar desde los envases a los alimentos.
Uso de lubricantes y otros agentes: Los lubricantes utilizados para mantener el buen funcionamiento de los equipos de producción de alimentos y envases son otra fuente de contaminación.
Contaminación durante el cultivo y recolección: Los productos agrícolas pueden contaminarse durante su recolección y tratamiento.
Impacto en la Salud
Los efectos a largo plazo de los MOSH y MOAH en la salud humana son motivo de creciente preocupación. Estos compuestos, presentes en alimentos y envases, tienen diferentes impactos potenciales en la salud, desde la acumulación en órganos hasta el riesgo de cáncer.
Efectos de MOSH en la salud
Los MOSH se conocen por su capacidad de acumularse en el hígado y el sistema linfático. Aunque estudios en animales han mostrado efectos negativos en el hígado, la investigación indica que estos efectos no son necesariamente aplicables a los humanos. No obstante, la persistencia de MOSH en ciertos órganos subraya la necesidad de continuar investigando para comprender mejor sus posibles efectos a largo plazo. Es crucial recopilar más datos sobre la toxicidad de MOSH para realizar una evaluación de riesgo adecuada.
Riesgos asociados a MOAH
Los MOAH incluyen compuestos genotóxicos que pueden dañar el ADN celular y aumentar el riesgo de cáncer. Al estar relacionados con hidrocarburos aromáticos policíclicos, conocidos por su potencial carcinogénico, la preocupación es considerable. La falta de un nivel seguro de exposición para ciertos tipos de MOAH subraya la necesidad de regulaciones estrictas y una vigilancia continua de estos compuestos en los alimentos.
Medidas de mitigación y regulación
Para abordar la presencia de MOSH y MOAH, se han establecido varias medidas de mitigación y regulación. Estas incluyen vigilancia, mejoras en la fabricación y regulación efectiva para minimizar los riesgos.
Recomendaciones y estudios adicionales necesarios
Las recomendaciones actuales enfatizan la necesidad de mejorar la caracterización de MOSH y MOAH en los alimentos. Esto incluye la determinación de concentraciones específicas en alimentos conforme a las directrices del Centro Común de Investigación. Además, se sugiere aumentar la investigación sobre las fuentes de hidrocarburos en los alimentos y estudiar más a fondo la toxicidad y el destino de los productos formados después de que los MOSH se alteren en el organismo.
Normativas y regulaciones actuales
La Recomendación (UE) 2017/84 de la Comisión establece la necesidad de vigilancia de hidrocarburos de aceites minerales en alimentos y materiales en contacto con alimentos. Para cumplir con esta recomendación, se ha publicado una guía de muestreo, análisis y presentación de resultados, que busca armonizar la detección de estas sustancias en los Estados miembros. Además, la Comisión Europea ha propuesto establecer niveles máximos de MOH en productos alimenticios específicos y está revisando la norma UNI EN 16995:2017 para obtener límites de aplicación más bajos para MOSH y MOAH.
¿Y los consumidores qué podemos hacer?
Los consumidores deben mantenerse informados sobre las normativas y regulaciones actuales relacionadas con los hidrocarburos de aceites minerales en los alimentos. Además, es fundamental seguir las pautas de las autoridades sanitarias, elegir alimentos que cumplan con los estándares de seguridad establecidos y apoyar la investigación en métodos de detección y análisis más eficientes. También se debe exigir a la industria alimentaria que implemente mejoras en los procesos de producción para reducir la presencia de estos contaminantes.
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