Cuando parecía que no habría más noticias sobre la estancia de la princesa de Gales en el London Clinic, donde se sometió a una intervención quirúrgica, nos llega desde el Reino Unido un nuevo acontecimiento que involucra a Kate Middleton: el hospital donde fue operada está investigando quién intentó acceder a sus archivos médicos privados mientras estaba ingresada. Según lo informado exclusivamente por el ‘Mirror’ el martes por la noche en su edición digital y el miércoles en su portada impresa, los responsables del centro médico han iniciado un procedimiento para identificar qué miembros del personal violaron la privacidad de la princesa de Gales al intentar consultar sus registros médicos privados. Se tiene conocimiento seguro de que al menos un empleado del hospital fue sorprendido intentando acceder al informe médico. Este incidente plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la confidencialidad de los pacientes en la clínica, que ha tratado a varios miembros de la familia real británica, desde la reina Isabel hasta el actual monarca, siempre con un alto nivel de discreción y confidencialidad.
“Esta es una violación de seguridad importante y extremadamente perjudicial para el hospital, considerando su impecable reputación en el tratamiento de los miembros de la familia real. Los altos funcionarios del hospital se pusieron en contacto con el Palacio de Kensington tan pronto como se enteraron del incidente y aseguraron que se llevaría a cabo una investigación exhaustiva”, comentó una fuente al ‘Mirror’. “Todo el personal médico quedó completamente consternado y angustiado por las acusaciones, y estaban profundamente heridos de que un colega de confianza pudiera haber sido responsable de tal abuso”, añadió. A pesar de la gravedad de la situación, el hospital London Clinic no ha emitido comentarios sobre el informe del periódico británico, pero ha reafirmado su compromiso con la privacidad de los pacientes, enfatizando que todos los pacientes merecen total privacidad y confidencialidad con respecto a su información médica.
Desde el Palacio de Kensington, la oficina de los príncipes de Gales, se ha optado por no hacer comentarios sobre el asunto, argumentando que es un asunto que concierne únicamente al hospital. Sin embargo, se sabe que los responsables del centro informaron a Palacio sobre la presunta infracción tan pronto como fue descubierta. Es importante señalar que en el Reino Unido, acceder a registros médicos privados de un paciente sin consentimiento es considerado un delito penal, independientemente de la intención detrás de tal acción. Aunque se especula que el objetivo podría haber sido vender la información a algún periódico sensacionalista británico, ninguna información ha sido publicada sobre el estado de salud de la princesa de Gales desde su ingreso en el hospital. Tanto la Casa Real como los medios británicos han optado por respetar la privacidad de Middleton, evitando dar detalles sobre la naturaleza de su condición médica y cualquier información relacionada.